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lunes, 29 de diciembre de 2008

Rifaa Rafi al-Tahtawi


Rifaa Rafi al-Tahtawi

El año en que la expedición francesa capitaneada por Napoleón Bonaparte partió de Egipto y, según dicen, el día mismo de la partida de los franceses, el 14 de octubre de 1801, nacía el padre del pensamiento árabe moderno y el fundador del renacimiento cultural (Nahda) de Egipto y el Mundo Islámico, en el más amplio sentido del término: Rifaa Rafi Al-Tahtawi. Rifaa nació y pasó su infancia en Tahta, una pequeña aldea situada en el Alto de Egipto y allí comenzó sus estudios. En el año 1817, con dieciséis años, y después de la muerte de su padre, se trasladó a El Cairo para estudiar en la prestigiosa universidad de al-Azhar. Allí estudió, como el resto de los estudiantes de aquella época, las ciencias religiosas, la lengua y la literatura, pero lo hizo bajo la dirección de un maestro revolucionario que ejerció una considerable influencia en su orientación y al que debió gran parte de su formación: el imán al-Sheij Hassan al-Attar.



La mezquita de al-Azhar, imagen tomada en el siglo XIX.

Al-Attar consiguió convencer a Muhammad Ali, gobernador de Egipto, de que nombrara a Rifaa Imán en el ejército. Posteriormente, en el año 1826, cuando Muhammad Ali decidió enviar una misión de estudiantes para que se instruyesen en París, al-Attar le sugirió a Muhammad Ali que hiciera acompañar aquella misión por un imán para guiara a los estudiantes egipcios en esa ciudad tumultuosa, y que encomendara esa tarea a Rifaa.

Muhammad Ali

Al-Tahtawi se consagra al estudio de las ciencias que integraban el programa de los miembros de la misión con más entusiasmo que los propios estudiantes. Empezó por perfeccionar sus conocimientos de francés, lo que le permitió estudiar historia, geografía y literatura. Por su aplicación, atrajo la atención del profesor Jomard el director francés de la misión, el cual le cobró afecto, lo alentó y se propuso hacer de él un traductor para que vertiera al árabe los conocimientos que necesitaba Egipto en el terreno de las ciencias militares, la ingeniería, las ciencias naturales y la química. Estudió, pues, todas estas ciencias, y también filosofía y sociología, pero lo que aumentó sus conocimientos y desarrolló su personalidad fue que no se contentó con estudiar sino que al mismo tiempo observaba todo lo que ocurría a su alrededor para comprender todos los aspectos de la organización de la vida en Francia. Todas sus observaciones las anotó en un libro que publicó en 1834 bajo el tituló de “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz” o “Al-Diwan al-Nafis Bi iwan París” que su traducción al castellano sería “Extracción del oro puro en el conocimiento de París” o “El precioso diván para dar a conocer el trono de París”.


Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz


Al-Tahtawi, antes de viajar a París, había escuchado a su maestro, el imán Hassan al-Attar, y otros referirse al adelanto de los franceses en materia de ciencias y técnicas así como a las maravillas de sus museos y sus observatorios, que daban prueba de su dedicación en las disciplinas de la botánica, la zoología, la astronomía, etc.

Jean Béraud

Le Boulevard St Denis, París siglo XIX

Al-Tahtawi fue a París como Imán de una misión enviada a Francia por un gobernador ambicioso, para estudiar las diversas ramas de la administración, las artes y las ciencias. Como tal, no tenía por qué informarse del estado de las ciencias y de la forma de organización de los franceses: le habría bastado con cumplir su función de imán con los miembros de la misión prodigándoles consejos y exhortaciones. Sin embargo, fue el que más destacó de toda la misión. Al-Tahtawi reconoce en la introducción de su libro citado anteriormente, las recomendaciones que le habían hecho antes del viaje y a las que en efecto se atuvo: “Me recomendaron observar con atención todo lo que viera y encontrara de curioso durante este viaje, y consignarlo de modo que sirviera para revelar el rostro de aquella tierra que dicen, que es muy hermosa, como si fuera una novia en su noche de bodas; con el fin de ofrecer una guía a los que han de viajar a aquel país”.

Les Grands Boulevards, París siglo XIX

Al-Tahtawi revela su intención de instruirse en occidente “debo estudiar las ciencias, las técnicas y las artes extranjeras, cuya perfección entre los europeos está demostrada y es notoria, puesto que conviene inclinarse ante la verdad”. Dice además: “Los países musulmanes se han destacado en las ciencias jurídico-religiosas y su aplicación, así como en las ciencias racionales, descuidando las ciencias políticas en su conjunto. Necesitan, pues, a los países occidentales para adquirir lo que no tienen”.

Al-Tahtawi expresa esta incitación a instruirse en Occidente, con una exhortación atribuida al Profeta: “Buscad la ciencia, incluso en la China” y dice: “No hay inconveniente en viajar a los lugares donde la integridad de la religión está garantizada, sobre todo con un objetivo tan loable como éste”.

La Modiste sur les Champs Elysées, París siglo XIX

Manifiesta su un sentimiento de celo y reconoce la superioridad de Europa “¡Por Dios! Durante mi estancia en aquel país, sentí tristeza, al verlo gozar de todas estas maravillas, mientras que los territorios del Islam están privados de todo aquello”.
Rifaa después de haber estado cinco años en París, volvió a Egipto en 1831, pletórico de ideas, deseos y esperanzas de evolución y renovación.
Fundó y dirigió en el año 1835 la Escuela de Traducción que, posteriormente, pasó a llamarse Escuela de Lenguas (Madrasat al-Alsun).
Escribió 14 libros, tradujo del francés al árabe 27 y dirigió la traducción de numerosos libros.
Aquí citamos algunas de sus obras más importantes:
Libros:
- “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz” publicado en 1835 y escrito durante su estancia en Francia.
- “Al-Murshid al-Amin fi Tarbiyyat al-Banat wa al-Banin” (Guía honrada para la educación de chicas y chicos) publicado en 1873, reúne los principales preceptos de Tahtawi sobre educación.
- “Manahig al-Albab al-Misriyya fi Mabahig al-Adab al-Asriyya” (La metodología de las mentes egipcias con respecto a las maravillas de las artes contemporáneas), publicado en 1869.
- “Qasida wataniyya misriyya” (Poemas patrióticos egipcios) escritos para honrar al jedive Said y publicados en 1855.
- “Gumal al-Agrumiyya” (Oraciones Gramaticales) publicado en 1863.
- “Anwar tawfiq al-galil fi ajbar Misr wa tawtiq bani Ismail”, La Historia de Egipto, publicado en 1868 y que abarca la historia desde el Antiguo Egipto hasta el principio del Islam.
- "Al-Tuhfa al-Maktabiyya li-Taqrib al-Lughat al-Arabiyya” (Regalo a las escuelas para la comprensión de la lengua árabe) publicado en 1869, es el primer manual moderno de gramática árabe.
- “Nihayat al-Igaz fi sirat sakin al-Higaz”, publicado en 1876.
Traducciones:
- “Geografía a pequeña escala” publicado en 1830.
- “Metales útiles” publicado en 1832.
- “Filósofos de la Antigüedad” publicado en 1836.
- “Historia de los antiguos Egipcios” publicado en 1838.
- “Lógica” publicado en 1838.
- “Principios de Ingeniería” publicado en 1854.
- “Arabización del código civil francesa” publicado en 1866.
- “Los metales y su uso” publicado en 1867.

Expondremos más adelante varios fragmentos traducidos al castellano de su conocido libro “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al-Tahtawi, todo un referente para los que estudiamos la Historia arabo-islámica

Paul Spleen dijo...

! حتى في الصين

Soy Ramón, Hany. Un saludo desde las Canarias.

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